Dirty Black Summer

Una ventana sucia, humedad por doquier, una cama desecha, no, no era lo que podría haber sido…el fin del verano asomaba por las esquinas, era una mierda de tarde lluviosa como las de los domingos en Noviembre. Se había levantado tarde y ni siquiera había puesto empeño en sacudir las sábanas, total ¿para qué? para volver a recostarse en el mismo lecho frío y seco de todos los días. 

Una de esas tardes en las que no sale nadie, que parece que no hay más en el mundo, una de esas en las que ni el puto gato parece hacerte caso, una…

Por no seguir poniendo apelativos que llevan a lo mismo, mandó todo a la mierda, se tumbó en el hueco de su alma con el cuerpo retorcido por las abolladuras del colchón y dejó volar lo que quedaba de tarde.

El viento frío acariciaba su rostro, su cuello, su espalda, se acurrucaba entre todos los rincones de su inmóvil cuerpo mientras las sombras gritaban a través de las paredes. Su sangré se heló durante unos minutos, de su boca apenas salía un halo de vaho que se unía al ambiente cargado con el olor de una barrita ya casi acabada de incienso. Le gustaba quemar media barra en la habitacion todos los días, cargaba el aire de una sensación cálida y agradable, pero esta vez habia dejado inconscientemente que se consumiese hasta el final. 

El frío se introdujo en su corazón tan bruscamente que dejó escapar todo el vaho que quedaba en la palidez de su pecho dejándola apenas sin respiración. Las sombras marcharon tras un grito aterrador hacia donde el ojo humano no es capaz de captar la mas intensa luz del sol. El frío se esfumó con la misma rapidez con la que llegó dejando su cuerpo yaciendo dolorido entre unas sábanas rasgadas por la ira del que ama, por el fuego del que odia, por el amor que no siente.

Alli yació el resto de la tarde, sintiendo como su alma ardía entre llamas azules de ceniza y nacar, para despertar entre la aspereza de aquellas sábanas arrugadas y secas y el ruido de la lluvia al caer que entraba por la sucia ventana…era una mierda de tarde lluviosa…y el otoño habia entrado por su ventana para quedarse entre el calor de sus piernas.

Danzig – Dirty Black Summer (ver apartado Music)

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